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La Voz Clara dé Saadeh (*) Refuta las Aserciones del Mariscal Smuts “LA DECLARACIÓN BALFOUR”
 
 
 
الزوبعة،بوينُس آيرس،العدد 32، 1941/11/15
 


La Declaración de Balfour es un documento cuyo contenido constituye una promesa de Gran Bretaňa a los judíos de instalarlos en la Siria del sud (Palestina) y ayudarles a crear en el pais de los sirios, un hogar nacional judío.


Por los divergentes inteseses que abarca, esa declaración ha suscitado el intrincadísimo problema de los judíos y la Tierra Santa y la sangrienta lucha entre los nacionales sirios y los israelitas.


A principios del corriente mes se conmemoró el 24° aniversario de la declaración antes citada. Por tal motivo, el primer ministro sudafricano, mariscal John Smuts, pronunció un discurso en el cual se apresuró a formular los siguientes conceptos, que fueron transmitidos por la “Reuter”  y publicados por el diario La Nación de esta capital, fecha 3 del coriente:


Johannesburg, 2 Noviembre de 1941 - “La declaración Balfour no ha muerto”, declaró hoy el primer ministro sudafricano, mariscal John Smuts, en la celebración del 24° aniversario de esa declaración histórica.


Referiendo al periodo deficil para los aliados en el cual fué dada la Declaración Balfour, el orador dijo:


“En esos momentos la antigua promesa hecha a los hebreos miles de anõs antes, fué renovada en forma reducida, por supuesto. Los aliados prometieron al pueblo judío que se fundaría para ellos un hogar nacional, una patria, en su primitiva tierra. Y la promesa se cumplió, formando parte del cuerpo del tratado de paz, y se convirtió finalmente en patrimonio del derecho internacional.


“La declaración Balfour no fué un mero accidente, una simple excentricidad de la gran guerra, sino que por su forma legal y su contenido constituye uno de los grandes actos de la historia de la humanidad.


“Y ahora, al cabo de 24 anõs de esa declaración, ¿qué ha sido de “esa promesa¿ En qué se ha convertido el sueňo de los judios? De todos los puntos de Europa surgen nubes que obscurecen el panorama de la paz que habían 


(*) أنظر الترجمة العربية ص 308 أدناه.


sonado los constructores del tratado. Los judíos vuelven a serperseguidos y aniquilados.


“Y una de las derivaciones de la presente situación parece ser la creación de una gran confederación de pueblos en el Cercano Oriente. ÀPor qué han de ser excluídos de ella quienes estánmejor calificados que ninguno de los pueblos de Levante para integrarla? Por qué no se incorpora al proyecto la cuestión de los judíos, ahora que el momento es popicio, a los efectos de lograr la solución definitiva de este secular problema?


“A pesar de todo lo que puede argüirse, la situación del pueblo judio en estos tiempos hace imperativa una solución. Por eso es bueno recordar el significado de la declaración Balfour y obrar de acuerdo para que no vuelva a existir sobre la superficie de la tierra los horrores de un “ghetto” en pleno siglo XX”.


A raíz de estas manifestaciones del primer sudafricano, el corresponsal de la revista La Tempestad de la ciudad de México procuró entrevistar al Zaím del movimiento, Kaumi - Sirio, Antœn Saadeh, a ese respecto. Accediendo al pedido del corresponsal el Zaim declaró:

 

Hé leído los tópicos publicados por el diario La Nación del discurso pronunciado por el primer ministro sudafricano, mariscal John Smuts, en ocosión del 24° aniversario de la bien conocida “Declaración Balfour” cuyo aspecto Jurídico constituye, a pesar de la afirmación en contra del primer sudafricano, una excentricidad de la gran guerra pasada de las más atentadoras a los fundamentos de derecho, tanto civil como internacional.


Mi definición de la “Declaración Balfour” fué dada a publicidad en el libro azul que expidió el Partido Kaumi-Sirio en Beirut en 1936.


Los términos de la definición rezan así: “La Declaración Balfour es una declaración política sin ningœn fundamento jurídico” Con esta calificación quise decir, lo que mas tarde hice bien claro, que la mencionada “Declaración Balfour es de carácter netamente político y pertenece a los medios y fines de la politica británica que la trata de aplicar en perjuicio del patrimonio nacional sirio. Solo por obra de hábiles políticos y en base de entendimientos ajenos a todo principio de justicia internacional fué posible hacer pasar la antes mencionada declaración por algo que, de cierto modo, pertenece al derecho internacional, como lo declara en alta voz el mariscal Smuts.


El mariscal Smuts, hombre de estado que tuvo papel destacado en la liquidación de los problemas de la gran guerra pasada, sabe demasiado bien para ser informado, como y por qué razones pasó la “Declaración Balfour” a formar parte del tratado de Versailles y como principios fundamentales del derecho internacional fueron sacrificados en el mencionado tratado para sostener ciertas finalidades políticas de las potencias ganadoras de la guerra.


Yo declaro que la inclusión de la “Declaración Balfour” en el tratado de Versailles fué un acto arbitrario. El tratado de paz mismo no fué más que una arbitrariedad que result— fatal para los que la han impuesto como para los que la han aceptado.


Para demostrar la falacia de la “Declaración Balfour”, como instrumento jurídico no necesito más que recordar que la citada declaración fué dada en 1917 como compromiso por parte de Gran Bretaňa ante el movimiento judío sionista visando la creación, para los judíos de todo el mundo, de un hogar nacional o nada menos que de un estado, en un país sobre el cual Gran Bretaňa no tenía ninguna jurisdicción. El tratado de Versailles reconoció la “Declaración Balfour” de manera que la misma puede considerársela válida para los británicos y judíos como para los asignantes del tratado citado.


Eso es lo que el primer ministro sudafricano califica de “patrimonio del derecho internacional” y aqui acaba la tesis británicos judía con su resultado negativo.


La parte positiva de la cuestión que suscita la tal declaración vale decir la parte concerniente a la jurisdicción necesaria para la aplicación de los propósitos derivados de la misma, quedó sujeta a un otro acto convertido, él tambien, en patrimonio del derecho internacional: el “Covenant” de Liga de las Naciones.Este convenio reconoció a los países liberados del yugo turco (Siria, Irak, Arabia, etc.) países soberanos. El convenio de la Liga adoptó tambien el principio de autodeterminación como base para todo acto que se relacione con las cuestiones de soberanía de cualquier pueblo del mundo civilizado.


El “mandato” de Gran Bretaňa sobre la parte sud de Siria (Palestina), teóricamente expedido por el consejo de la Liga de las Naciones y que, en realidad, fué obra de la conferencia de San Remo, no anuló, ni el principio de la autodeterminación, ni el reconocimiento de la soberanía del pueblo sirio (incluso Palestina). El mandatario tenía la obligación de consultar al pueblo o sus mandatarios para todo acto legislativo.


Los sirios de Palestina jamás aceutaron la “Declaración Balfour” como váldia para ellos o poseendo fuerza legal para despojarlos de sus hogares y transferir su patrimonio nacional. Al contrario, los sirios de norte y sud aprovecharon toda ocasión y se valieron de todos los medios legales e “ilegales” para afirmar su repudio de la injusta Declaración festejada.


Todos los sirios se consolidaron en combatir la mencionada declaración y a todo acto que se derive de ella.


“La Declaración Balfour no ha muerto”, afirma el estadista británico, mariscal Smuts. Infelizmente tal falacia vive todavía para ser causa de la muerte de millares de hombres como lo ha sido hasta ahora!


El mariscal Smuts afirma que la “Declaración Balfour” tiene “su forma legal”. Yo digo que toda legalidad carente de justicia y agresiva es nada mas que ilegalidad encubierta por asignaturas legales.


Los británicos quieren ganar la simpatía del pueblo sirio. Si ellos no la han ganado, seguramente, no es por culpa de los sirios.


El Movimiento Kaumi-Sirio no rehusó en ningœn momento entenderse con los “mandatarios” sobre una base honrosa y con toda seguridad, puedo declarar que ese movimiento no tiene la culpa de no haberlo logrado. La falta de visión de los políticos franceses y las exageradas normas de ideas fijas de la política británica en meditèrraneo parecían como dos grandes murallas contra las cuales estrellábanse todos los esfuerzos sinceros de los Kaumistas para llegar a un entendimiento que haga justicia a las fundadas aspiraciones del pueblo sirio a la libertad y la independencia. Mas aœn los “mandatarios” franceses persiguieron a los Kaumistas, encarcelando repetidas veces centenares de ellos y dictando contra sus dirigentes centencias excentricas de prisión y destierro.


La proclamación de la “independencia de Siria” por el general gaullista Catroux se asemeja mas a un acto de prestidigitación que a un acto de reconocimiento cabal de la soberanía de un pueblo libre. Esa “independencia” impuesta al pueblo sirio y sujeta a condiciones humillantes que acaban con todo vestígio de la soberanía nacional, es muy lejos de satisfacer los anhelos de Siria expresados por el movimiento Kaumi.


El mariscal Smuts incurre en un error injustificable al calificar de tierra primitiva de los judíos la región de Siria donde se proyecta fundar el así llamado “hogar nacional” para los mismos. Si el primer sudafricano se funda en las escrituras para formular esa aserción, entonces cabe recordarle que, segœn las mismas escrituras, el lugar o país donde los descendientes de Jacobo llegaron a formar un pueblo es Egipto. En cuanto a Siria o las tierras de Canaan, Arám y los hittitas, los judíos no eran mas que intrusos que buscaron apoderarse de una parte del país, basandose en una promesa hecha por Dios a Abraham e Israel la cual no fué comunicada a los sirios directamente. Por lo tanto es una falacia completa la aserción que Palestina constituye la tierra primitiva de los judíos.


La promesa de Diós a los judíos no fué confirmada por Jesu-cristo, quien al contrario, la derogó al establecer la igualdad de derecho ante Diós para todos los pueblos de la tierra. Parece, todavía, que el mariscal Smuts está de parecer que lo que fué instituído por Cristo el Sirio puede muy bien ser abolido por una “Declaración Balfour”!


La excentricidad política no conoce límites, pero el derecho de los pueblos libres no se deja subyugar por la misma.


“La Declaración Balfour” atenta contra la integridad del territorio sirio, el derecho del pueblo sirio a la vida, la soberanía nacional siria y todo concepto de derecho divino o humano, nacional o internacional.


La justicia misma clama el alta voz contra el mal inherente en esa ilegal e injuriosa declaracion.

 

 
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